Cerrando brechas en el campo: niñas y mujeres rurales STEAM en el Cauca, historias de innovación
Cada 11 de febrero, el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 para reconocer el papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y tecnológica.
En Colombia, esta conmemoración adquiere una relevancia especial, ya que solo tres de cada diez personas que se gradúan en carreras STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son mujeres, según datos del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología en el estudio ‘Género y STEAM en Colombia’, además, menos del 30% de los estudiantes matriculados en estas carreras en el país son mujeres.
La situación es más compleja en zonas rurales, donde el acceso a tecnología es limitado y las oportunidades de formación especializada son escasas. Los institutos Técnicos y Agroforestales (ITAF), de Smurfit Westrock, ubicados en El Tambo y Cajibío (Cauca) y en Darién (Valle del Cauca), están enfrentando este reto con un modelo educativo integral que incorpora STEAM como una herramienta para el desarrollo sostenible.
A través de metodologías innovadoras, los ITAF no solo fortalecen las competencias técnicas de sus estudiantes, sino que también fomentan su autonomía, creatividad y liderazgo. Hoy, sus alumnas están demostrando que la ciencia y la tecnología son aliadas poderosas para el campo colombiano.
Historias de innovación: cuando la tecnología transforma el territorio
Dos ejemplos de este impacto son Daniela Olave y Ana María Valdés, jóvenes estudiantes que han logrado llevar sus ideas más allá de las aulas, participando en competencias nacionales y contribuyendo al bienestar de sus comunidades.
Daniela Olave y las huertas verticales inteligentes
Daniela, estudiante de décimo grado del ITAF en Cajibío, desarrolló un sistema de huertas verticales con sensores de humedad y bombas automatizadas para el riego. Su proyecto, que optimiza el uso del agua y mejora la productividad agrícola, le valió un lugar en el Encuentro de Semilleros Zonales del SENA en Pasto y en el Simposio de Investigación e Innovación en el Valle del Cauca.
"La tecnología nos permite mejorar los procesos en el campo y darle una nueva cara a la agricultura. No solo nos ayuda a innovar, sino a demostrar que las mujeres también podemos liderar estos cambios", comenta Daniela.
Ana María Valdés y el sistema de riego automatizado
Por su parte, Ana María Valdés, estudiante de noveno grado del ITAF en El Tambo, ha trabajado junto a su equipo en el prototipo de un sistema de riego automatizado que regula los niveles de humedad y temperatura en invernaderos. La iniciativa fue premiada en el Desafío Científico del Banco de Bogotá a través de una de sus compañeras como líder del equipo y ha sido presentada en eventos como el "Día de Ada Byron en Mujeres en STEAM" en la Universidad Javeriana de Cali.
Gracias a estas experiencias, Ana María ha ampliado su interés en la programación y la ciencia aplicada, con planes de desarrollar proyectos a escala real en su comunidad. Además, con el apoyo de un Fondo Rotatorio, ha iniciado un sistema de lombricultura que incorpora tecnologías para monitorear humedad, acidez y temperatura.
Del aula al territorio: la escalabilidad del conocimiento
El impacto de estas iniciativas no se limita a los ITAF. Con cada proyecto, estas jóvenes están demostrando que la innovación puede ser una herramienta para el desarrollo rural, inspirando a otros estudiantes y promoviendo soluciones tecnológicas aplicadas al campo.
Los casos de Daniela y Ana María son un reflejo de lo que ocurre cuando se brindan oportunidades reales a las niñas y mujeres en STEAM. Al cerrar la brecha de género y tecnológica en zonas rurales, no solo se potencia el talento femenino, sino que se fortalece el desarrollo de las comunidades y el futuro del país.
En un momento en el que Colombia apuesta por la digitalización y la sostenibilidad, estas jóvenes son la prueba de que el conocimiento, cuando se pone al servicio del territorio, tiene el poder de transformar realidades.