¿Qué es la biodiversidad y por qué es importante para la industria de empaques?
Escrito por: Wilmar López | Agosto 19 de 2025
La biodiversidad, entendida como la variedad de vida en la Tierra, abarca todos los niveles de variación biológica, desde los genes y las especies hasta los ecosistemas en los que estas especies viven. Esta riqueza natural es esencial para lo que se conoce como el equilibrio del planeta, una simbiosis de la cual nos beneficiamos los seres humanos tanto para nuestro sustento de vida -gracias a los servicios ambientales que nos presta la naturaleza (agua, alimento, energía)-, como para hacer posibles las actividades económicas que permiten nuestros modelos de vida habituales. De esta manera, la biodiversidad es una de las razones principales por las que se puede hablar del desarrollo de las industrias, y la industria de empaques no es la excepción. Esta última tiene una gran relación con la biodiversidad y con el impacto sobre el medio ambiente generado por la actividad humana.
Ahora bien, teniendo en cuenta el contexto actual al que nos enfrentamos, marcado por la crisis climática, la pérdida de hábitats y la creciente demanda de recursos naturales, entender qué es la biodiversidad y por qué es crucial para nuestro sector industrial se ha convertido en una necesidad estratégica (e imperativa).
De esta manera, la transición hacia prácticas sostenibles responde a una exigencia ética y ambiental que nos atañe a las organizaciones y empresas, a la vez que se ha convertido en un factor clave para transformar nuestras operaciones de forma más responsable, resultando en modelos de producción más resilientes con el cambio y las necesidades del planeta. Es por ello que, a lo largo de este artículo, explicaré qué se entiende por biodiversidad, su importancia y la relación que tiene con la industria de empaques de la que en Smurfit Westrock hacemos parte.
¿Qué es la biodiversidad?
Una de las definiciones más precisas y completas sobre lo que esta significa es la ofrecida por el Convenio de Diversidad Biológica, el cual alude a ella como “la amplia variedad de seres vivos sobre la tierra, además de la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas que se encuentran en cada especie y que, en su interacción con los demás seres vivos, fundamentan el sustento para la vida sobre el mundo”. De esta manera, la biodiversidad se compone de tres niveles importantes:
- Diversidad genética: Variación dentro de las especies, incluyendo diferencias entre individuos de una misma población.
- Diversidad de especies: Variedad de especies dentro de un ecosistema o en todo el planeta.
- Diversidad de ecosistemas: Diversidad de hábitats naturales y sistemas ecológicos, como bosques, ríos, océanos, manglares y desiertos.
Así, la biodiversidad no es únicamente lo que vemos y conocemos hoy, esta es en realidad el resultado de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, en los últimos milenios, por la actividad humana. Gracias a la biodiversidad podemos contar con funciones ecológicas vitales para la vida de todas las especies, incluida la nuestra, como lo son, por ejemplo, la polinización, el ciclo del agua, la fertilidad del suelo y la regulación del clima.
Biodiversidad y el desarrollo socioeconómico y de las industrias
La economía global depende, en gran medida, de los servicios ecosistémicos que proporciona la biodiversidad. De acuerdo con un informe del Centro de Negocios Positivos con la Naturaleza de PwC, más del 55% del PIB mundial depende en gran medida de los servicios ecosistémicos prestados por la naturaleza.
La agricultura, la pesca, la medicina, el turismo y muchas otras actividades económicas se basan en recursos naturales y procesos ecológicos. La industria de empaques, aunque muchas veces vista como una actividad manufacturera desvinculada de los procesos naturales, también tiene, claramente, un vínculo estrecho con la biodiversidad, puesto que los materiales con los que son creados los empaques son, directa o indirectamente, derivados de recursos naturales.
Esto es quizás más evidente en los empaques cuyo origen es de materiales renovables, como lo son los empaques de papel y cartón, elaborados a partir de la celulosa extraída de la madera de los árboles y por ende, de ecosistemas forestales. Ahora bien, cuando se trata de fibras extraídas de bosques gestionados de forma responsable, se puede hablar de una materia prima utilizada de forma sostenible, lo cual ayuda a proteger la biodiversidad al garantizar una gestión responsable de los recursos, tal como profundizaré en el siguiente punto.
Empaques de papel: una solución de empaque óptima
Los empaques elaborados a partir de fuentes renovables como el papel son diseñados y elaborados con el objetivo de cumplir con su propósito funcional mientras minimizan el impacto ambiental que tienen a lo largo de su ciclo de vida, en comparación con otro tipo de empaques cuyos materiales de origen no son sustentables y generan una acumulación mayor de residuos en el medio ambiente. Y es que, a decir verdad, la mala gestión de los residuos de empaque, especialmente los plásticos de un solo uso, es una de las principales amenazas para la biodiversidad marina y terrestre. De esta manera, los empaques elaborados a partir de papel y cartón son una alternativa amigable con el medio ambiente, ya que, entre otras cosas, contribuyen sustancialmente a las 3r’s: reducir, reutilizar y reciclar.
Si bien este tipo de empaques son una opción ecológica, es importante que estos provengan de plantaciones de bosques gestionadas de forma responsable para que realmente correspondan a una alternativa sustentable. Una forma de comprobar esto es que los empaques de papel tengan la certificación FSC – Forest Stewardship Council que implica un apropiado manejo forestal para los productos maderables, garantizando que la viabilidad económica generada sea también medio ambientalmente responsable.
Además de ello, la industria papelera tiene relación con la biodiversidad no únicamente a través del tipo de materia prima utilizada para sus productos, sino también el proceso de fabricación, el transporte, la eficiencia en el uso de recursos y la disposición final, por lo que es crucial que las organizaciones y empresas dedicadas a este sector tengan en cuenta estos procesos dentro de su estrategia de sostenibilidad, ayudando así a reducir la huella de carbono a lo largo de toda la cadena de valor.
Smurfit Westrock y la forestación comercial
Uno de los principales insumos de nuestra industria es la madera, utilizada para producir papel, cartón y derivados. En el caso de Smurfit Westrock, somos una compañía líder en la industria con una trayectoria de más de 80 años en los cuales la experiencia nos ha permitido desarrollar y optimizar nuestra operación desde un enfoque responsable.
Es por ello que tenemos procesos muy estrictos para garantizar que la madera que gestionamos provenga de plantaciones forestales comerciales y cumpla con los más altos estándares de ética. De esta manera, todas las plantaciones comerciales y holdings forestales que cuentan con certificación en Cadena de Custodia bajo FSC y/o PEFC, contribuyendo de esta manera a garantizar una actividad comercial que beneficie y movilice la economía mientras velamos por conservar de forma sostenible los recursos.
Así es como en la industria, podemos contribuir a la restauración y conservación de la biodiversidad, mediante la creación de corredores biológicos y restauración de los ecosistemas dentro de las plantaciones, ofreciendo servicios ecosistémicos a los seres vivos que los habitan, contribuyendo así a un modelo verdaderamente regenerativo.
Por ello entendemos que cada decisión dentro de nuestra estrategia de negocio tiene un impacto directo o indirecto sobre los ecosistemas y las especies que los habitan. Participar en la restauración de la biodiversidad es compromiso de todos, especialmente de las organizaciones y empresas que tenemos la manera de contribuir con acciones de alto impacto. Es así como tenemos en nuestras manos la oportunidad única para contribuir activamente a la conservación de la vida en todas sus formas.