Biomasa: qué es, ejemplos y usos
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2024-07-17T00:00:00

Biomasa: qué es, ejemplos y usos

 

Escrito por: Luis Fernando Rodríguez | Julio 17 de 2024

Por naturaleza, los seres vivos producimos material orgánico diariamente. Esto se traduce a que en nuestro planeta siempre exista un gran volumen de desechos orgánicos generados a partir de los procesos biológicos de plantas y animales, y, también, a actividades espontáneas o provocadas por el ser humano. Teniendo en cuenta lo anterior, ¿no sería un gran acierto que se pudiera aprovechar este material como una fuente de energía limpia y renovable? En eso consiste la biomasa. 

Lo anterior puede sonar como una idea innovadora; sin embargo, el ser humano ha utilizado la biomasa desde la antigüedad, cuando los primeros hombres y mujeres usaban fogatas para cocinar sus alimentos o calentar sus cuerpos durante las temperaturas frías. Las cosas cambiaron cuando, miles de años después, la aparición de los combustibles fósiles relegó esta fuente de energía a un segundo plano. La buena noticia es que, a día de hoy, la biomasa ha cobrado de nuevo relevancia, compitiendo como una alternativa de combustible sostenible y renovable. En este artículo te explicaré a detalle qué es la biomasa con algunos ejemplos significativos y sus principales usos.

¿Qué es la biomasa?

En términos biológicos, es cualquier tipo de materia orgánica producida por plantas y animales. Por otra parte, cuando se trata de energía, nos referimos con biomasa a la fuente energética sostenible y renovable que se genera a partir de dicha materia orgánica.  Los residuos de actividades agrícolas e industriales, los forestales como la madera, los residuos de alimentos y los desechos de animales son, por ejemplo, elementos orgánicos que pueden ser aprovechados para generar energía. Esto es posible gracias a que estos materiales contienen energía solar almacenada en forma de carbono, la cual es producida por las plantas durante el proceso de fotosíntesis. Esta energía puede ser liberada mediante procesos biológicos, químicos o a través de combustión directa.

La biomasa y la generación de energía limpia y sostenible

 

Al tratarse de una fuente energética natural y neutra en cuanto emisiones de CO2, la biomasa se destaca frente a otros combustibles por su carácter ecológico y sostenible. Además, dado que siempre se generan nuevos desechos orgánicos que se pueden utilizar, esta representa un recurso renovable. Todo esto demuestra las ventajas que tiene en el contexto global actual, en el que cada vez se hace más evidente la necesidad por encontrar alternativas que aporten a la mitigación del cambio climático y que prevengan la escasez de materias primas.

Es por ello que su utilización como fuente energética aporta al objetivo de minimizar el impacto del ser humano sobre el medio ambiente, reduciendo directamente la dependencia hacia los combustibles fósiles que, recordemos, son limitados y cada vez más escasos.

La biomasa juega, a su vez, un papel fundamental en la mejora de la gestión de algunas actividades económicas como la producción forestal. Además, esta no únicamente aporta ventajas en el cuidado del entorno, pues está relacionada también a costos económicos mucho menores en comparación a otras formas de energía como el petróleo y el carbono. Es debido a todo lo anterior que encontramos en la biomasa una respuesta eficaz para la generación de energía limpia.

Tipos de biomasa

Esta puede tener tres diferentes orígenes: natural, residual o producida. La natural se origina en los ecosistemas y es producida sin la intervención del ser humano, como, por ejemplo, los residuos de los árboles, plantas y matorrales. La residual proviene de los restos que dejan las diversas actividades de las personas; y la producida se crea intencionalmente a partir de cultivos energéticos donde se aprovecha la producción de materia biodegradable a gran escala, plantando especies concretas para maximizar el uso de materia viva.

Ejemplos de biomasa

 

Estos son algunos ejemplos representativos de biomasa con usos energéticos.

  • Madera y residuos forestales: la madera es la forma más antigua en la que el ser humano hizo uso de la biomasa, destinándola a actividades de combustión. Los residuos de la industria maderera y la limpieza de bosques también se utilizan como biomasa, teniendo un uso frecuente en calderas. 

  • Residuos agrícolas: los residuos de cultivos como el bagazo de caña de azúcar, las cáscaras de arroz y la paja de trigo son algunos ejemplos comunes de biomasa que se dan en las actividades agrícolas y que pueden convertirse en fuentes bioenergéticas.

  • Residuos de alimentos: los desechos orgánicos de alimentos son con frecuencia una fuente de biomasa habitual que se da en los hogares, establecimientos comerciales y en los procesos industriales alimentarios. Así, estos residuos generan biomasa pues, a través de la exposición al proceso de digestión anaeróbica, puede obtenerse de ellos biogás, el cual tiene aplicaciones energéticas eléctricas, térmicas y como carburante.

  • Estiércol animal: el estiércol de ganado y de otros animales se utiliza para la producción del ya mencionado biogás y también como compostaje.

  • Cultivos energéticos: algunos cultivos como el maíz y la caña de azúcar se siembran específicamente para la producción de biocombustibles como el etanol y el biodiésel.

Usos de la biomasa

Esta es utilizada en una variedad de aplicaciones energéticas y no energéticas:

  • Generación de energía: se genera energía a través de la combustión, la cual implica la quema controlada de materia orgánica en una caldera. Durante la combustión, se genera calor que se utiliza para convertir agua en vapor. Este vapor mueve turbinas conectadas a generadores que producen electricidad. Los residuos sólidos resultantes de la combustión, llamados cenizas, pueden también utilizarse como fertilizantes o para otros fines.

  • Biocombustibles: el bioetanol y el biodiésel se derivan de cultivos energéticos y se utilizan como alternativas a los combustibles fósiles como el petróleo, sustituyendo así la gasolina.

  • Producción de biogás: la descomposición de materia orgánica de forma anaeróbica -es decir, sin presencia de oxígeno- produce biogás, una mezcla de metano y dióxido de carbono que puede ser quemada para generar electricidad y calor.

  • Productos químicos y materiales: algunos procesos químicos convierten la biomasa en productos químicos y materiales de valor agregado, como bioplásticos y productos farmacéuticos.

¿Qué podría esperarse a futuro?

 

Una inclinación sensata que podría esperarse para el futuro es que, por parte de los gobiernos y de las grandes industrias, se apueste por la producción a gran escala de este tipo de energía limpia, renovable y sostenible.

Aterrizando sobre el contexto actual que genera la crisis climática, a la cual se suma una incertidumbre económica global debido a la escasez de materias primas y la consecuente subida del precio del petróleo, crean un escenario que demanda un cambio en la manera de hacer las cosas. Además, el constante crecimiento de la producción agrícola resulta en una oportunidad propicia para que esa alternativa sea la biomasa, dando paso a que se impulse la investigación y puesta en marcha de la explotación de esta fuente de energía ecológica a través de plantas de biomasa.

Es por ello que hoy en día la atención recae sobre avances en tecnologías de conversión como la gasificación y la pirólisis, los cuales prometen transformar el uso de biomasa para que esta sea más eficiente y económica a futuro.

En Smurfit Westrock Colombia, hemos puesto de nuestra parte en la adopción de tecnologías verdes. Es por ello que hemos hecho una inversión significativa para la construcción de una caldera de biomasa que utilizará como biocombustible el residuo de corteza de pino y eucalipto provenientes de nuestras plantaciones forestales comerciales, reforzando, de esta forma, la circularidad que atraviesa todas nuestras operaciones y promoviendo la optimización en el manejo y tratamiento de residuos orgánicos para ampliar el uso de energías renovables y limpias.

No cabe duda que la biomasa representa un recurso valioso y renovable que puede desempeñar un papel clave en la transición hacia una economía circular y baja en carbono que promueva una gestión sostenible de los recursos naturales, intereses proclamados como claves de acuerdo a la agenda de diferentes naciones a nivel global. A medida que avanzamos hacia las metas que prometen ese futuro sostenible, no sería una sorpresa que la biomasa juegue un rol crucial en nuestro camino hacia la descarbonización y la resiliencia climática.

 

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Referencias