Caso de éxito: Roermond, una de las principales fábricas de papel

Caso de éxito: Roermond, una de las principales fábricas de papel

Reciclaje de Roermond 

En Smurfit Kappa Roermond Papier, nuestro objetivo es obtener el máximo valor añadido de los recursos de forma sostenible y energéticamente eficiente. Para lograrlo, la fábrica aprovecha, en primer lugar, el cierre del bucle dentro de la fábrica, centrándose en las materias primas, la energía y el agua, pero luego cierra los bucles restantes para los rechazos que no pueden utilizarse dentro de la fábrica, trabajando con socios locales de diferentes sectores. Un enfoque circular. "Para una mejor reutilización, se necesita una mejor separación del material. La separación comienza al principio del proceso de fabricación del papel, pero sigue siendo importante a lo largo de todo el proceso de producción", afirma Wouter Lap, Director General de Roermond Papier.

"Nuestra fábrica de Roermond es pionera en materia de circularidad. El 99% de la materia prima que entra en la fábrica tiene un propósito y una segunda vida."

La fábrica de papel de Roermond fue reconocida con el premio PPI en 2013 y 2019 por su estrategia de bioenergía y su liderazgo medioambiental. El 100% de la materia prima utilizada procede de fuentes sostenibles. La mayor parte de la materia prima se convierte en papel, pero siguiendo nuestro enfoque circular, los diversos llamados rechazos o flujos secundarios, se reutilizan o reciclan y estos flujos secundarios se convierten en materiales valiosos. De los aproximadamente 1.000 kg de papel recuperado y reciclado que entran en la fábrica, sólo queda un 1% que no se utiliza actualmente.

La innovación y la mejora continua apoyan el progreso en el consumo de energía de la fábrica, que forma parte de una referencia para Europa. Es importante destacar que, aunque la producción de la fábrica ha crecido un 95% desde 1990, las emisiones de CO2 sólo han crecido un 19%, lo que significa que el crecimiento de la producción se ha conseguido prácticamente sin emisiones de carbono. Para alcanzar nuestro objetivo de no emitir CO2 de origen fósil en 2050, seguimos creando nuevas oportunidades, aunque dependemos de tecnologías nuevas e innovadoras.