La innovación social y por qué necesita inversión para desarrollarse
Escrito por: Juan Camilo Garrido | Octubre 20 de 2025
Es común que cuando hablamos de innovación, nos limitemos a pensar que se trata de desarrollar nuevas tecnologías o ideas creativas para reemplazar otras ya existentes. Aunque esta definición puede ser correcta para dar una idea general, no es suficiente cuando la pensamos desde la esfera de lo social, ya que, aplicada a este contexto, la innovación va mucho más allá, convirtiéndose en un enfoque clave para impulsar cambios positivos que impactan en las comunidades y entornos.
¿Cómo lo hace posible? A través del diseño e implementación de soluciones aplicables, sostenibles y escalables que buscan mejorar la calidad de vida de las personas. Sin embargo, para que estas iniciativas pasen de ser proyectos piloto a transformaciones duraderas, necesitan un ingrediente esencial: inversión.
Es por ello que la innovación social suele ser una práctica desarrollada por parte de empresas, colectivos u organizaciones, puesto que sus iniciativas requieren grandes esfuerzos planeados e impulsados por varios actores y participantes, además de recursos que faciliten la construcción de valor a largo plazo.
Dado lo anterior, encuentro importante que reflexionemos acerca de la inversión social no únicamente como un acto de responsabilidad corporativa, sino, esencialmente, como unaestrategia de crecimiento para la sociedad que busca, de manera sostenible y perdurable, asegurar un mejor futuro para todas las personas. Es por ello que he desarrollado este artículo para hablar sobre el impacto que tiene en la sociedad y cuán importante resulta invertir recursos en su desarrollo.
¿Qué es la innovación social?
La innovación social es el proceso de crear, desarrollar e implementar soluciones (las cuales pueden ser métodos, modelos, productos, servicios, etc.) que sean nuevas o hayan sido mejoradas para resolver problemas sociales, ambientales o culturales de manera más eficaz que las alternativas existentes. Este concepto, aunque no es nuevo, ha cobrado protagonismo en los últimos años gracias a su capacidad para transformar problemas en oportunidades y diseñar estrategias que ponen a las personas en el centro.
¿Qué quiere decir esto último? Que, a diferencia de la innovación puramente tecnológica o comercial, el eje central de la innovación social es el beneficio colectivo. De esta manera, puede materializarse en productos, servicios, modelos de negocio, sistemas de gobernanza o procesos organizacionales que priorizan el bienestar social sobre el beneficio económico inmediato, aunque muchas veces logran también retornos financieros sostenibles para las organizaciones y empresas que las financian, y, eventualmente, para las comunidades beneficiadas, quienes, bajo este enfoque, tienen la posibilidad de participar en la creación de su propio futuro.
Es por ello que dos de los principios fundamentales de la innovación social son la igualdad y la inclusión social, por medio de las cuales este enfoque busca integrar a las comunidades para que participen en la construcción de dicho bienestar común y, asimismo, suele capacitar a sus integrantes para que logren acceder a oportunidades de desarrollo educativas y laborales.
Considerando todo lo anterior, no cabe duda de que la inversión social es crucial en un contexto como Latinoamérica, donde la disparidad social y las brechas estructurales ponen en evidencia la urgencia de incorporar mecanismos de acción y soluciones que enfrenten los desafíos de pobreza y desigualdad económica, comunes en nuestra región.
Beneficios de implementar la innovación social
De esta manera, esta práctica genera beneficios directos e indirectos que se extienden tanto a las comunidades como a las organizaciones que las impulsan, entre los cuales destacan:
- El impacto positivo en comunidades
Las soluciones creadas abordan necesidades reales, mejorando la calidad de vida y promoviendo la inclusión e igualdad social. Además, al ser estas iniciativas diseñadas con apoyo de las mismas comunidades, se busca que sus efectos sean sostenibles, creando así comunidades resilientes al permitirles a las personas acceder a oportunidades de desarrollo que las empoderen para así lograr transformaciones duraderas.
- El fortalecimiento de la reputación corporativa de las organizaciones involucradas
Las empresas y organizaciones que integran innovación social son percibidas como actores responsables, lo cual fortalece su reputación, fideliza a clientes y aliados y les permite llamar la atención de inversionistas que podrían, precisamente, contribuir a apoyar financieramente estas iniciativas sociales.
- La contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Los proyectos de innovación social se alinean con las metas globales demarcadas en los ODS, como la erradicación de la pobreza, el acceso a educación de calidad o el trabajo digno y el crecimiento económico.
¿Por qué la innovación social necesita inversión?
Es por ello que es necesaria la inversión, pues esta permite aprovechar todo el potencial que puede tener una solución innovadora para beneficiar a un grupo social o incluso varios, ya que, precisamente, son necesarios los recursos para escalar el impacto y los beneficios generados en una comunidad local y replicar el modelo innovador en otras regiones o territorios. De esta manera, la inversión permite ampliar el alcance hacia otras comunidades.
Asimismo, la inversión asegura que los instrumentos, materiales y tecnologías requeridos estén a la mano para que dicha solución pueda ser efectiva: muchas innovaciones sociales dependen de herramientas digitales o sistemas técnicos que requieren mantenimiento, actualizaciones y mejoras constantes. De esta manera, la financiación permite que se cuente con todo lo material necesario para funcionar y poder evolucionar a largo plazo.
Por otro lado, contar con los recursos necesarios garantiza también la atracción de talento altamente capacitado, pues, para este tipo de proyectos, es imprescindible contar con profesionales que aporten conocimiento, compromiso y experiencia para desarrollar las iniciativas y el trabajo detrás de ellas, y esto es solo posible ofreciendo condiciones laborales estables, dignas y competitivas.
Por último, y muy importante: la inversión también favorece el poder lograr de forma acertada la medición y evaluación del impacto que ha tenido nuestra innovación social. Esto es un aspecto que, según el informe “Descubriendo el valor de la inversión social”, elaborado por la ANDI, muchas organizaciones que invierten en proyectos sociales desafortunadamente no profundizan, a pesar de que de ello depende poder evaluar los resultados inmediatos y a largo plazo que han tenido sus iniciativas e intervenciones sociales. Evidentemente, lograr dicha medición exige metodologías, herramientas especializadas y personal experto en áreas de investigación, lo cual se traduce en recursos que muchas veces son solo posibles gracias al capital que se invierte.
Estrategias para adoptar la innovación social
Cualquier empresa u organización que desee integrar la innovación social dentro de sus prácticas de negocio debe considerar que no basta únicamente con destinar una financiación y recursos para su implementación. El compromiso con este tipo de proyectos exige que las organizaciones se apersonen de su desarrollo, llegando, idealmente, a incorporarlo como parte de su estrategia central de operación.
Desde nuestra experiencia, recomendamos estas estrategias para las organizaciones que desean adoptar la innovación social en sus prácticas:
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Diagnóstico participativo
No existe mejor manera de indagar y determinar las problemáticas y las oportunidades que existen en un grupo social que haciendo partícipes a los miembros, pues son quienes conocen de primera mano lo que los atraviesa como comunidad. Es por ello que involucrar a los integrantes tanto en la identificación de problemas como en la creación de soluciones asegura relevancia y legitimidad.
- Medición de impacto desde el inicio
Es fundamental que, para poder evaluar los resultados de manera clara, se definan objetivos puntuales e indicadores precisos desde antes de comenzar con la implementación de la innovación social, para así poder medir los avances a lo largo de todas las fases de la innovación y demostrar resultados pertinentes a los inversionistas y partes interesadas.
- Modelos de negocio inclusivos
Por último, diseñar productos y servicios que, además de generar ingresos, creen beneficios sociales directos demuestra un verdadero interés con el propósito de generar innovación que resulte en un beneficio común, más allá de producir una rentabilidad que favorezca los intereses del negocio.
La innovación social en Smurfit Westrock
En Smurfit Westrock nos hemos posicionado como líderes en la industria gracias a nuestras soluciones de empaque y a nuestro enfoque único de experimentación, incursión tecnológica y optimización de nuestros procesos. Sin embargo, nuestro compromiso con la innovación no solo se mide a partir de la eficiencia, calidad y tecnología de nuestros productos, ya que, a lo largo de nuestra larga trayectoria, hemos entendido que el factor social es imprescindible en nuestra operación. Es por ello que la innovación social hace parte de nuestra estrategia fundacional orientada al desarrollo humano y a la conservación ambiental, razón por la cual hemos destinado varios esfuerzos que soportan esta visión y responsabilidad que hemos asumido.
De esta manera, hemos impulsado la innovación social combinando un modelo de economía circular con una inversión estratégica en programas que fortalecen el desarrollo comunitario. Solo en 2024, destinamos $13.600 millones a iniciativas sociales y ambientales, beneficiando a más de 21.800 personas en más de 30 municipios del país, teniendo como enfoque principal apoyar la educación, el emprendimiento y la inserción al trabajo en las comunidades donde operamos.
Es así como nuestro compromiso se centra en crear oportunidades reales que contribuyan a las comunidades y fortalezcan economías locales, al facilitar que las personas accedan a beneficios que les permitan capacitarse o contar con las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida de forma sostenible. La formación técnica que desarrollamos en zonas rurales y el apoyo que brindamos a microempresas son ejemplos de ello.
Además, a través de la Fundación Smurfit Westrock Colombia hemos diseñado junto con las comunidades proyectos que promueven la educación, el emprendimiento rural, la gestión ambiental y la participación ciudadana, logrando importantes resultados en calidad educativa, generación de ingresos y sostenibilidad local.
Todo lo anterior es una muestra del impacto de nuestros programas e iniciativas que nos han permitido consolidarnos como un referente en responsabilidad social empresarial, reconocimiento respaldado por nuestra inclusión en el ranking MERCO ESG 2024, como una de las 100 organizaciones más responsables del país y top 3 del sector industrial.
Sin duda, reconocemos que asumir la innovación social como una responsabilidad estratégica y permanente es un verdadero reto; sin embargo, es la única manera de generar un verdadero valor que trascienda el desempeño industrial para generar transformaciones reales y duraderas. Creemos que una empresa líder tiene el deber y la capacidad de contribuir al bienestar común, es por ello que la inversión en innovación social no solo es necesaria: es nuestra forma de liderar con propósito.