Palabras de moda en sostenibilidad: Definición de las afirmaciones reciclables, biodegradables y compostables
Comprar café y té en cápsulas compostables, comer con utensilios biodegradables y limpiar el desorden matutino con toallas de papel hechas de papel reciclado... Optar por productos con estas etiquetas hace que los consumidores se sientan mejor con sus elecciones, pero a veces, lo que están comprando puede no ser tan ecológico como piensan.
Cuando se trata de productos y empaques, el mundo de las afirmaciones ecológicas puede ser poco claro y confuso. Aunque navegar por él es un reto, este desafío es importante por dos razones: quieres mantener una reputación de honestidad y comunicación clara y evitar a la vez que tus clientes se sientan confundidos o engañados.
Para ayudarte a entender, desglosaremos las tres afirmaciones más importantes con las que lidiamos, todas las cuales están involucradas en las nuevas legislaciones sobre afirmaciones ecológicas que se están adoptando en todo el mundo.
¿Por qué importan las afirmaciones de sostenibilidad? La presión por ser "verde"
Las marcas están tratando de mostrar sostenibilidad en los empaques de sus productos, compitiendo por atraer a los consumidores. Encuestamos a consumidores en nueve países diferentes en cinco continentes, y todos coincidieron en que la reciclabilidad y la biodegradabilidad son las dos más importantes cuando se trata de las afirmaciones presentadas en los empaques de productos. Además:
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El 66% de los consumidores y el 75% de los consumidores Millennials consideran la sostenibilidad al hacer una compra (McKinsey & Co).
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Los productos que hacen afirmaciones relacionadas con ESG crecieron más en promedio en un período de cinco años en comparación con los productos que no hacen estas afirmaciones.
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Más de la mitad de los consumidores están dispuestos a pagar más por empaques ecológicos.
Al sentir la presión del mercado, no es inusual que las marcas que usan un material de empaque sostenible como el cartón afirmen que el empaque es, por ejemplo, "biodegradable" sin mucha consideración o aclaración. Y debido a que el mundo de las afirmaciones ecológicas es tan confuso, esta afirmación podría ser bien intencionada, sin el propósito de engañar a los consumidores.
Es cierto que el papel se produce a partir de fibra renovable que proviene de plantaciones forestales y otras plantas, y, por lo tanto, por su propia naturaleza, es biodegradable y compostable. Sin embargo, los procesos de fabricación de los empaques pueden agregar sustancias como tinta, recubrimientos y adhesivos para cumplir con los requisitos de diseño o uso de una marca, lo que puede cambiar los materiales y afectar las afirmaciones sobre el fin de vida.
Es por esto que en Smurfit Westrock seguimos un proceso de evaluación riguroso antes de aplicar afirmaciones ecológicas nosotros mismos. Aquí hay algunas de las cosas que consideramos antes de hacer estas afirmaciones.
Definiendo biodegradable, compostable y reciclable
Primero, al evaluar las afirmaciones de productos sostenibles, es importante entender lo que significan los términos. La mayoría sabe lo que significa "reciclable". Sin embargo, una reciente encuesta encontró que casi la mitad de las personas tienen problemas para distinguir entre los términos "compostable" y "biodegradable".
Si algo es compostable, generalmente es biodegradable (aunque hay excepciones). Pero si es biodegradable, eso no significa que también sea compostable. También es importante entender la diferencia entre algo que es compostable industrialmente o compostable en casa.
Por definición, el material biodegradable puede descomponerse y ser consumido por microorganismos. El tiempo que tarda algo en biodegradarse depende de las condiciones ambientales y la composición física y química del material. Las condiciones óptimas para la biodegradación requieren la presencia de temperaturas cálidas, humedad y oxígeno. La biodegradación se ralentiza cuando un material está en el suelo, el agua, temperaturas frías y/o climas secos.
Si un artículo es "compostable industrialmente", significa que requiere una instalación de compostaje industrial para que el material se descomponga con éxito. Las instalaciones industriales están diseñadas específicamente para compostar principalmente alimentos y empaques relacionados con alimentos para crear un producto rico en nutrientes que luego puede usarse como enmienda del suelo para la agricultura.
En este momento, cuando los productos se describen como "compostables", generalmente significa que son compostables industrialmente. Para hacer esa afirmación, las compañías obtendrán ese producto o empaque certificado como compostable a través de un tercero, como BPI.
Si un artículo es "compostable en casa", significa que las personas pueden desecharlo en sus compostas caseras donde eventualmente debería descomponerse. Según la FTC, aquellos que quieran afirmar que algo es compostable necesitan "evidencia científica competente y confiable" de que todos los materiales en el producto o empaque se descompondrán en compost utilizable de manera segura y en un tiempo razonable.
Cuando se trata de reciclabilidad, la mayoría de nosotros sabemos que los artículos son reciclables si pueden ser recolectados, procesados y reutilizados en nuevos productos. Lo importante aquí para tener en cuenta, es que solo porque un artículo pueda ser técnicamente reciclado, no significa que lo será.
Las Plantas de Selección y Clasificación de Residuos - PSCR (o Plantas de Tratamiento de Residuos - PTR) no aceptan todos los artículos que son técnicamente reciclables. Por esta razón, en Smurfit Westrock tratamos de aclarar cuándo el empaque es reciclable "en la acera".
Evaluación de los diversos estándares para hacer afirmaciones ecológicas
A nivel mundial, hay países y regiones que han adoptado leyes sobre afirmaciones ecológicas, algunas han adoptado directrices, y las áreas sin gobernanza tienden a seguir las directrices establecidas por las regiones vecinas. Sin embargo, las regulaciones sobre afirmaciones ecológicas están aumentando.
En Latinoamérica, diversas organizaciones y gobiernos han establecido guías y regulaciones para el uso de afirmaciones de sostenibilidad por parte de las compañías. Estas directrices están destinadas a ayudar a entender cuándo las afirmaciones ambientales sobre sus productos podrían ser engañosas. Algunos ejemplos de cómo las compañías deben usar estos términos:
- Afirmaciones Compostables: Deben estar respaldadas por evidencia científica que demuestre que el material se descompondrá en una instalación de compostaje industrial dentro del mismo período de tiempo que los materiales con los que se compone.
- Afirmaciones Biodegradables: Pueden hacerse si el material se descompondrá completamente dentro de un año después de su eliminación habitual. Es engañoso hacer una afirmación de degradabilidad para artículos que probablemente terminarán en vertederos, incineradores o instalaciones de reciclaje.
- Afirmaciones Reciclables: Deben calificarse si menos del 60% de los consumidores tienen acceso a instalaciones de reciclaje que aceptarán el material.
Aunque estas guías son directrices y no leyes, las autoridades pueden imponer acciones de cumplimiento a una compañía que haga afirmaciones ecológicas engañosas. Aun así, uno de los mayores riesgos para las marcas que hacen afirmaciones ecológicas no fundamentadas es la reputación. Si una marca es acusada de etiquetado engañoso y acusada de greenwashing, la reacción pública podría costarle a una compañía más que cualquier posible multa regulatoria
Algunos estados en los EE. UU. han adoptado sus propias leyes para contrarrestar el greenwashing. Ciertos estados, como California, ya han establecido regulaciones sobre el uso de estos términos. California incluso ha tenido éxito en la aplicación de leyes, imponiendo fuertes multas a las compañías que las violan.
En Latinoamérica, la adopción de prácticas sostenibles está en aumento. Países como Costa Rica han sido líderes en la implementación de políticas ambientales, con su Plan Nacional de Descarbonización que busca alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Además, la región ha visto un aumento en la emisión de deuda ESG, lo que refleja un compromiso creciente con la sostenibilidad por parte de compañías y gobiernos.
Otros ejemplos incluyen a Chile, que ha implementado políticas estrictas de reciclaje y conservación de recursos naturales, y Colombia, algunas compañías promueven prácticas agrícolas sostenibles y la reducción de su impacto ambiental. Brasil ha visto un crecimiento en la emisión de bonos verdes, con marcas liderando el camino en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
En Europa, pronto entrarán en vigor nuevas leyes que rigen el uso de palabras de moda en sostenibilidad. El Parlamento de la UE aprobó la propuesta de una nueva Directiva de Afirmaciones Ecológicas dirigida al greenwashing a principios de 2024, y una vez adoptada, es probable que los estados miembros tengan un período de dos años para implementar la directiva y hacerla cumplir.
Bajo esta directriz, las compañías no podrán afirmar que algo es compostable o biodegradable sin pruebas o especificidad. También necesitarán certificaciones de terceros para verificar la afirmación.
Australia es otro país con estándares de afirmaciones ecológicas. Singapur está en el proceso de formar nuevas directrices y organizaciones de terceros en Brasil están haciendo esfuerzos para educar a las compañías sobre los estándares globales.
Consideraciones para usar reciclable, compostable o biodegradable
Los procesos de fin de vida son científicos y complejos; numerosas variables y condiciones determinan el nivel de degradabilidad y/o reciclabilidad de un artículo. Esto es lo que una palabra de moda general no logra transmitir a los consumidores, por lo que las regulaciones sobre afirmaciones ecológicas están creciendo en todo el mundo.
Estas regulaciones generalmente dan a las marcas directrices sobre "cómo" usar cada una de las afirmaciones ecológicas, generalmente alentando a las marcas de consumo a ser específicas sobre las condiciones necesarias para que algo sea reciclable o biodegradable. Aquí hay algunas preguntas que las marcas reflexivas pueden hacer antes de agregar estas afirmaciones a los empaques de productos para entender qué lenguaje necesita acompañarlas.
Reciclabilidad
El mayor concepto que necesitamos entender cuando se trata de reciclabilidad es que un producto puede ser "técnicamente" reciclable, lo que significa que ese material específico es capaz de ser reciclado y convertido en otra cosa, pero eso no determina si será reciclado.
Las directrices actuales dictan que es engañoso afirmar que un artículo es reciclable si no es probable que sea reciclado. Para evaluar la probabilidad de reciclabilidad, consideramos lo siguiente:
¿Puede el material ser procesado en una instalación de reciclaje típica? Según varias guías en todo el mundo, la capacidad de un producto para ser reciclado generalmente se evalúa por si es reciclable "en la acera". Esto significa que la mayoría de los consumidores podrán depositar los residuos en un contenedor de reciclaje para que sea separado y aprovechado en su Planta de Tratamiento de Residuos local.
Incluso si es técnicamente reciclable, no todas las PTRs pueden procesarlo. Algunos materiales, como el film retráctil y las bandejas de plástico para productos, por ejemplo, pueden atascarse o deslizarse a través de la maquinaria, y algunos materiales pueden no ser recuperados eficientemente.
Si el objetivo de una marca es que su empaque sea reciclable, entonces nuestros expertos en empaques y científicos de materiales pueden ofrecer opciones de empaques basados en papel con ese objetivo final en mente. También evalúan la reciclabilidad del empaque realizando pruebas en el laboratorio de innovación de Smurfit Westrock en Richmond, VA.
¿Cuál es la responsabilidad del consumidor? ¿Necesita el consumidor lavar o descomponer el empaque para asegurarse de que sea reciclable? Las PTRs generalmente no reciben residuos de reciclaje con restos de alimentos porque eso puede atraer plagas. Además, algunos elementos no pueden ser procesados por la maquinaria a menos que se desarmen. Incluir instrucciones de reciclaje en el empaque puede ser necesario para aumentar la probabilidad de que ese empaque sea reciclado.
¿Cuál es la demanda del mercado? La existencia de un mercado para materiales reciclados también afecta la reciclabilidad. Los elementos reciclables solo son valiosos si hay demanda para el producto final. Si hay demanda, entonces después de ser recolectado y clasificado, puede ser transferido a una organización que lo quiera para reciclaje.
Este es el mayor problema con la recuperación de plásticos: es más barato hacer más plástico que reciclarlo, lo que limita el mercado para su recuperación. Afortunadamente, hay una mayor demanda de materiales a base de papel, por lo que se recupera a una tasa más alta.
Biodegradabilidad
¿Qué entorno se necesita para que el material se degrade? La tasa de biodegradación depende en gran medida del entorno, ya que los niveles de oxígeno y la actividad microbiana son factores importantes en el proceso. La biodegradación en tierra difiere de la biodegradación en agua, instalaciones de compostaje o en vertederos. No todos los materiales se biodegradarán a una tasa aceptable en todos estos entornos.
Esta es la razón por la que las afirmaciones de biodegradabilidad pueden ser inútiles y engañosas a menos que se califiquen con información más específica. Dado que nuestro objetivo también es asegurarnos de que los consumidores pongan los empaques basados en papel en sus contenedores de reciclaje para que podamos recuperarlos, también tendemos a centrarnos en la reciclabilidad.
¿Cuánto tiempo tardará el material en degradarse? Diferentes guías estipulan que para que un producto sea etiquetado como biodegradable, debe descomponerse dentro de un "período razonablemente corto", generalmente dentro de un año. Ten en cuenta que las condiciones ambientales impactarán el tiempo que tarda un sustrato en biodegradarse. Por ejemplo, las condiciones en un vertedero o en un cuerpo de agua ralentizarán la biodegradación.
¿Es probable que el material termine en un vertedero? Esto es importante saberlo porque las agencias que proporcionan certificación o estándares y los organismos gubernamentales que establecen la legislación estipulan que los productos destinados a vertederos no deben etiquetarse como biodegradables. Como se mencionó anteriormente, los vertederos no son entornos que proporcionen las condiciones adecuadas para la biodegradación. Esta es otra razón por la que afirmaciones como estas deben aclararse y calificarse con lenguaje adicional. Los consumidores necesitan entender cómo desechar un artículo, o que solo será biodegradable en ciertos entornos.
Compostabilidad