El Reto
Stauning Whisky necesitaba un empaque que pudiera sostener de forma segura dos botellas frágiles durante el transporte, ofreciendo al mismo tiempo una experiencia de unboxing memorable que conectara con los clientes desde el primer vistazo a la caja. El diseño también debía transmitir la historia y la calidad premium de la marca, reflejando su artesanía, herencia y atención al detalle en cada etapa.