El desafío
El embalaje que solía usar Richmond Sausages, empresa del grupo Kerry’s Food, no potenciaba la marca Richmond ni ofrecía la experiencia deseada al comprador; además, se deterioraba y era difícil de abrir. Era necesario un nuevo diseño que transmitiera una sensación de alta calidad y que, al mismo tiempo, conservara las mismas medidas del packaging anterior para su uso en las líneas de producción existentes.