La reconocida artista Manuela Echeverri quería que la gente pudiese seguir pintando en casa durante el confinamiento, así que diseñó un kit que les permitiera hacer exactamente eso. Manuela tuvo que encontrar un proveedor de embalaje en el que pudiera confiar para asegurarse de que el kit llegara a sus clientes en perfectas condiciones y comunicara la esencia alegre y colorida de su marca.