Coöperatie Hoogstraten enfrentó un impulso para reducir la cantidad de plástico en sus empaques tanto de los minoristas como de los consumidores. Junto con los altos costos laborales asociados con el llenado manual de bandejas de frutas y verduras con pequeños frutos y las exigentes condiciones de la cadena de suministro, Coöperatie Hoogstraten sabía que había una solución más eficiente y sostenible.